Sí, tendrás herramientas, pero no entendidas como “recetas rápidas”, sino como recursos que iremos construyendo juntas a partir de tu propia experiencia, ritmo y necesidades.

Durante las sesiones iremos identificando tus patrones, tus emociones y las formas en las que te relacionas contigo y con los demás. A partir de ahí, trabajaremos estrategias que te ayuden a comprender lo que te ocurre, a poner nombre a lo que sientes y a gestionar situaciones que quizá ahora te resultan difíciles.

En este proceso podrás llevarte reflexiones, ejercicios, prácticas de autoobservación y propuestas concretas para aplicar en tu día a día. La idea no es solo “saber qué hacer”, sino aprender a escucharte, a posicionarte frente a lo que te mueve y a sentir que avanzas desde un lugar propio, seguro y sostenido.